lunes, 7 de septiembre de 2009

OBITUARIO: las últimas Reinas Madres del siglo XX


Para el comienzo del segundo milenio, en la vieja Europa de las monarquías vivían cuatro reinas madres: Elizabeth de Inglaterra, Juliana de los Países Bajos, Ingrid de Dinamarca y Juana de Bulgaria (María de las Mercedes de Borbón, aunque madre de rey -Juan Carlos de España-, no era reina madre porque su esposo, Don Juan, nunca fue soberano).

Pero en el año 2000 fallecieron la madre de Simeón de Bulgaria a los 90 años y la madre de Margarita de Dinamarca a la misma edad. Las dos restantes, aunque de avanzadísima edad (la Reina Madre de Inglaterra cumplió 100 años en agosto de ese año y la Reina Madre de Holanda, 90 en marzo) parecían gozar, no de buena salud, sino de envidiable salud teniendo en cuenta lo que ya habían vivido.

Sin embargo, pronto las dos venerables damas, últimas reinas madres del siglo XX, decidieron decir adiós: a fines de marzo de 2002 lo hizo la abuela de los ingleses, ya con 102 años, a quien cariñosamente llamaban “Queen Mum” y, curiosamente, en el mismo mes, pero dos años más tarde, la última soberana que supo abdicar, la abuela de los Países Bajos, con 94 años de edad.


La Reina Madre de Bulgaria

Nacida Juana de Saboya el 13 de noviembre de 1907, pocas mujeres han tenido un entronque más real que la soberana desaparecida: hija del rey de Italia Víctor Manuel III, hermana del sucesor Humberto II, cuñada del rey Leopoldo III de Bélgica, tía de los reyes Balduino y Alberto de los Belgas y de Josefina Carlota de Luxemburgo. Y ella misma, reina durante 16 años por su matrimonio con el rey Boris III de Bulgaria. De este matrimonio nacieron dos hijos, María Luisa el 13 de enero de 1933 y Simeón el 16 de junio de 1937.

En el reinado de Boris y Juana y entre las dos guerras mundiales, Bulgaria conoció un periodo de paz durante el cual el soberano procuró desarrollar la vida económica del país. Al estallar la II Guerra Mundial, Boris III dedicó todo su esfuerzo a escapar de la presión alemana, pero falleció el 28 de agosto de 1943 después de una violenta entrevista con Hitler, sin conseguirlo.

Le sucede su hijo, de seis años, con el nombre de Simeón II. Al finalizar la guerra, en 1945, Bulgaria fue ocupada por las tropas soviéticas y un Gobierno comunista se instaló en el país, aboliendo la monarquía en septiembre de 1946 y proclamando la república. La familia real marcha al exilio. La reina Juana y sus hijos recalan primero en Alejandría (Egipto), por invitación del rey Faruk, y más tarde en España. Fijaron su residencia definitiva en Madrid, donde el joven rey completó su formación bajo la dirección de su madre.

Cuando el 21 de enero de 1962 Simeón contrae matrimonio con Margarita Gómez-Acebo, la reina Juana se va la localidad portuguesa de Estoril para vivir en Villa Iantra (nombre de un importante río búlgaro), que sería su última morada.

Juana de Saboya, reina madre de Bulgaria en el exilio, nació el 13 de noviembre de 1907 y falleció el 26 de febrero de 2000.


La Reina Madre de los daneses

La Corte Real de Dinamarca anunció en noviembre de 2000 que la Reina Madre Ingrid había fallecido en el castillo de Fredensborg, a 45 kilómetros de Copenhague, y no en el hospital de Hilleroed, donde había permanecido últimamente. Se cumplía así su deseo de morir en su propia casa.

Ingrid de Dinamarca, que nació en Estocolmo (Suecia), era la tercera hija del Rey Gustavo IV Adolfo de Suecia y de su primera esposa, la princesa británica Margarita, nieta de la Reina Victoria de Inglaterra. Contrajo matrimonio el 24 de mayo de 1935 con el príncipe heredero Federico de Dinamarca.

Los daneses son un pueblo del norte que se siente orgulloso de tener una reina en lugar de un rey. Ocurre por primera vez en la historia milenaria del reino. Una dinastía ininterrumpida desde que el Rey Harald la fundara hace más de 1.000 años. Con 50 reyes y dos reinas, es todo un récord mundial. Pero el que hoy Dinamarca tenga una mujer como jefa de Estado y soberana se debe a la Reina Ingrid, que dio a luz el 16 de abril de 1940 a una niña, Margarita. Los dos hijos habidos después también eran niñas: Benedicta, nacida el 29 de abril de 1944, y Ana María, el 30 de agosto de 1946.

A la fallecida Reina Ingrid se le atribuía, como a la Reina Federica de Grecia, artes celestinescas para casar a sus tres hijas, aunque la más pequeña, que se convertiría en reina niña al casarse cuando aún no había cumplido 18 años con el Rey Constantino de Grecia, perdió el trono al ser derrocado su esposo por un golpe militar.

El 14 de enero de 1972 fallecía el Rey Federico IX. Como consecuencia de ello, Ingrid se convertía en reina viuda. Pero 24 horas después, concretamente el día 15, el entonces jefe de Gobierno, Jens Otto Krag, proclamaba a la princesa heredera Margarita, de 31 años, Reina de Dinamarca. En ese preciso momento, Ingrid se convertía en la Reina Madre que ha sido, hasta su muerte, a los 90 años.

Ingrid, nacida Bernadotte, Reina Madre de Dinamarca, nació el 28 de marzo de 1910 y falleció el 7 de noviembre de 2000.


La Reina Madre de Gran Bretaña

La resistencia física de la Queen Mum era vista por los británicos como una señal de la fortaleza espiritual de la mujer que les alentó durante algunos de los momentos más difíciles de su Historia.
Nacida en Hertfordshire el 4 de agosto de 1900, la Honorable Isabel Angela Margarita Bowes-Lyon, tuvo una infancia feliz en el seno de una familia muy numerosa, ya que eran ocho hermanos. Tenía 14 años cuando estalla la primera gran guerra europea. El castillo familiar se convierte en un hospital para soldados convalecientes y aunque ella era todavía una niña, se dedica por entero a colaborar en el restablecimiento de los heridos.

El 15 de enero de 1923, la Casa de Su Graciosa Majestad británica hacía público el compromiso de su hijo Alberto Federico Arturo Jorge con Isabel. Ambos se habían conocido tres años antes y se habían enamorado. La ceremonia nupcial fue la primera de un hijo de rey que se celebraba en la Abadía de Westminster desde 1382, cuando Ricardo II se casara con Ana de Bohemia. A pesar de ello, la joven nunca creyó que sería, un día, la reina de Inglaterra. Ni tan siquiera cuando el 20 de enero de 1936, falleció su suegro, el rey Jorge V, y accedió al trono el popular príncipe de Gales con el nombre de Eduardo VIII.

Cuando a fines de ese año fatídico el rey abdicó para casarse con una norteamericana dos veces divorciada, Bertie se convirtió en lo que nunca quiso ser: el rey Jorge VI. Isabel jamás perdonó a su cuñado la carga que echaba sobre los hombros de su marido, enfermo él. Siempre creyó que había contribuido a su temprana muerte. Y odió tanto a Wallis Simpson que siempre se negó a que le concedieran el tratamiento de Alteza Real por creer que había causado una quiebra irreparable en la monarquía.

Los años de la Guerra Mundial, pusieron a prueba el papel decisivo que Isabel tuvo para que la monarquía conquistase el respeto y la admiración de la nación. El propio Winston Churchill reconoció públicamente el esfuerzo de la reina Isabel en estos años de sufrimiento. Sólo tenía 55 años cuando, el 6 de febrero de 1952, una trombosis coronaria acababa con la frágil salud de su esposo, por lo que su hija se convertía en reina reinante y ella en reina madre.
Aunque parecía ser tan solo una figura decorativa, muchos ignoraban la influencia que sus consejos tenían para su hija, Isabel II, que acudía a su madre cada vez que se encontraba ante un problema que la desbordaba. Su otra hija, Margarita, que tantos dolores de cabeza le trajo durante su vida, murió en febrero de 2002 y ella no sólo recibió la noticia con la entereza de una reina, sino que decidió asistir a los funerales de corpore insepulto en el castillo de Windsor, escenario donde el destino quiso que también le sorprendiera la muerte.

Mirando atrás se descubre que fue más tiempo viuda que esposa. Más tiempo reina madre que reina. Pero los británicos están convencidos de que ella era la principal razón por la que Gran Bretaña continuara siendo una monarquía.

Isabel Angela Margarita Bowes Lyon, reina madre del Reino Unido y de la Commonwealth, nació el 4 de agosto de 1900 y murió el 30 de marzo de 2002.

La Reina Madre de los Países Bajos

Un comunicado del gobierno de los Países Bajos, que no de la Casa Real, informaba en 2004 de la muerte, en el Palacio de Soestdijk, en La Haya, de Juliana, madre de la reina Beatriz, a los 94 años de edad y a causa de una pulmonía.

La última de las reinas madres del siglo no sólo había abdicado en su hija Beatriz el 30 de abril de 1980, sino que había renunciado al privilegio de ser llamada oficialmente Reina Madre, título que, por derecho, le correspondía. Juliana aceptó ser llamada princesa de Holanda pero, hace unos años, también se negó a este tratamiento. Quiso ser sólo Juliana de los Países Bajos.

La princesa Guillermina de Orange-Nassau, fallecidos sus hermanos Guillermo y Alejandro, inauguró la serie de reinas soberanas de Holanda. Tras varias maternidades interrumpidas dio a luz en 1909 una niña que recibe los nombres de Juliana Luisa Emma María Guillermina. Hija única de la reina de hierro, como llamaban a Guillermina, y del príncipe consorte Wladimir Albrecht, duque de Mecklemburgo, Juliana recibió una severa educación dentro del más puro calvinismo.

Cuando aún no había cumplido 27 años, la princesa heredera se dispuso a contraer matrimonio. Aún a sabiendas de que casarse con alemanes, enemigos históricos de Holanda, les solía acarrear problemas, tres soberanas consecutivas lo hicieron con súbditos germanos. Juliana lo hizo con el príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld, como años después su hija, Beatriz, la actual reina reinante lo haría, el 10 de marzo de 1966, con otro alemán, el diplomático Klaus von Amsberg, recientemente fallecido.

Guillermina abdicó en su hija el 4 de septiembre de 1948. Sólo dos días después, el 6, Juliana era coronada reina de Holanda. La mayor ilusión de Juliana, al casarse con Bernardo, era dar un heredero varón al trono de los Países Bajos. Cuatro veces lo intentó. Pero, en los cuatro partos pudo oírsele exclamar: «¡Otra niña!», porque cuatro fueron las hijas de Juliana: Beatriz, Irene, Margarita y Cristina.

El mismo día que cumplía 71 años, el 30 de abril de 1980, Juliana abdicaba en su hija Beatriz, que cumplía 42. Juliana había sido reina 32 años y vivió 24 más como la más leal súbdita de su hija, la Reina Beatriz. Su marido, el esposo infiel, aún le sobrevive.

Juliana Luisa Emma María Guillermina de Orange-Nassau, reina madre de Holanda, nació el 30 de abril de 1909 y falleció el 20 de marzo de 2004.

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